domingo, 20 de mayo de 2018

Sangre

Si me preguntaran de qué color es mi sangre, no tendría ni idea de la respuesta.
Aveces siento que es rosa, otras azul, muchas veces arco iris, aunque la verdad persiste en que sólo es roja.
Un rojo que arde, que a veces quema y duele por la verdad que corre por mis venas.
Por la pena que se gasta en decirme una y otra vez que no soy lo suficiente, que no me pertenece.
Que el amor es hermoso, pero sólo cuando es correspondido.
Que no puedo volar hacia su casa y decirle que la amo, sin que ella misma me corte las alas.
Que su nombre no es un adjetivo.
Sospecho que mi sangre no es roja, es lo que ella quiere que sea, porque hasta mi sangre le pertenece.